martes, 6 de diciembre de 2011

Edificios por recuperar y perdidos

Casa de familia de la Agencia Giusto (luego Puleston) que fue el Registro Civil (aguarda su puesta en valor), Av 58 y 56 en la esquina de la Municipalidad


Puente perdido por la inuncación


Sociedad Italiana


"La Juanita", demolida en 1996


Hospital Díaz Velez

Muy pocos edificios sobreviven al nuevo siglo XX.

El periódico “El Baluarte”, cuyo dueño fue R. Nazarre y su director, Pablo R. de Galarreta, menciona en el período de los dos años en que fue publicado que “en 1889 aún no había edificios públicos”... “que en 1889 la casa de comercio que en este pueblo giraba bajo razón social de Ulpiano Santurtún giraría en lo sucesivo bajo el nombre de Manuel Murias y Cía., quien en 1890 la denominó “El Sol”... “que en 1890 Don Roman de Lucía construyó “La Bola de Oro” de Ramon Poch y Cía., (posteriormente Giusto y Puleston) en Av. Pellegrini y 9 de Julio: actual Av. 59 y Calle 56, la cual se inauguró como establecimiento al por mayor”... “que en 1890 la Municipalidad dona al Consejo Escolar, la “Manzana Escolar” (Manzana B y posteriormente 15 cuando se realiza el relevamiento de 1898)...” “que en 1889, los terrenos tienen boletos de propiedad pero no escritura”... “que en 1889 sus habitantes piden incansablemente al gobierno nacional el ferrocarril, la escrituración del ejido, el Puerto y el Banco y que aprueban una Ordenanza para que los propietarios de las fincas alrededor de la plaza blanqueen sus fachadas por sus cuatro frentes e igualmente los dueños de las casas frente a los Boulevares Alsina y Del Valle, tres cuadras desde la plaza.”

El período de 1880 hasta 1914 se destacó, -especialmente en los primeros años-, por la estabilización de la estructura urbana y por la instalación de infraestructura. Servicios como la llegada del Ferrocarril en 1894, el Tranvía (1913–1914), la circulación de los primeros automóviles a principios del Siglo Veinte, el ensanche hacia el balneario y la apertura de la Diagonal, el alumbrado público y la primera usina eléctrica, la inauguración del monumento a Mariano Necochea en 1913 y la llegada de la grúa Titán para construir la escollera del puerto, consolidan a Necochea como ciudad.

Los edificios que subsisten de este periodo y su estado.

Conservamos el Banco de la Nación Argentina, en una esquina frente a la plaza fundacional. Instalado en la ciudad en 1901, recién en 1907 se localizó en su sede definitiva, que es la actual. Su estilo neoclásico, tal como correspondía a la imagen académica de la institución, ha perdido en diferentes refacciones y “modernizaciones” su ornamentación e inclusive su puerta elogiada por sus tallas.


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